lunes, 26 de enero de 2009

La era de las palomas

Dejando de lado el glamour mediático, en su discurso inaugural Obama ha tratado de dejar en claro, en un tono medido, que el camino a recorrer será largo y difícil.
El primer problema que cae en el tintero es el económico. Será casi una obligación de su mandato incentivar la economía real, no solo para moderar la amplitud con la economía financiera. Una carga tributaria más progresiva, y un foco sobre los "estabilizadores automáticos" serán seguramente las recetas inmediatas a aplicar.
Veremos seguramente a lo largo del año un retroceso en las políticas de liquidez de la Fed. Aún con las decisiones que se tomen nos espera un año 2009 entre grises y negros.
Es interesante pensar en la política exterior norteamericana de los próximos dos años, seguramente fundada en el dialogo, el "palomismo". Esto es lógico ya que el modelo Neocon esta acabado y no ha dado los resultados esperados.
EE.UU. deberá trabajar para reforzar su poder blando, y utilizarlo como cabeza de lanza para lograr los resultados que se propongan.
Los desafíos son muchos en materia internacional: el conflicto árabe-israelí; el creciente poder geopolítico de Rusia en su zona de influencia; las guerras de Irak e Afganistán; y no podemos dejar de lado las actitudes desafiantes de Irán y Corea del Norte.
América latina será relegada una vez más a los últimos lugares de importancia, EE.UU. centrará sus relaciones con los actores relevantes de la región: México y Brasil.
Los próximos seis meses serán fundamentales para Obama, deberán estar fundados en acciones de alcance real, no como el cierre de Guantánamo, acciones que impacten en todo el mundo, ya que la presidencia de Obama excede las fronteras de los Estados Unidos y debe ser pensada a nivel global.