lunes, 1 de diciembre de 2008

La paradoja del Jardinero

La academia económica recomienda siempre ajustar en los momentos de bonanza e incentivar en los momentos de crisis.
Lamentablemente en nuestro país seguimos una lógica de tipo maradoniana: si a es b, entonces b es x.
Pongamos un ejemplo cotidiano. ¿Qué hace uno cuando la planta que se compró no crece? La riega lo suficiente; ¿Qué hace uno cuando la planta que tiene crece más de la cuenta? La poda lo suficiente. Lo mismo con la economía.
Se nos ha propuesto desde el gobierno un ajuste fiscal, cuando los gobiernos del primer mundo aumentan sus gastos fiscales; el ministro de planificación ha comenzado a sincerar las tarifas de los servicios en un pésimo momento. Todos estamos de acuerdo en que debían ser ajustadas, pero debía haber sido hecho en los momentos fuertes de nuestra economía, no en la puerta de la recesión.
Todo esto recuerda al 2001. Quien escribe, modestamente, concuerda con Prat-gay en su planteo.
Bien le vendría a la presidente leer por primera vez y a conciencia, no solo libros de auto ayuda, sino el “18 de brumario”. Tal vez pueda ser aplicado correctamente esta vez.
Por último, desde aquí creo que la iniciativa de repatriar fondos no tendrá ningún impacto significativo. Es un error político grave.
El gobierno goza ya de una desconfianza muy importante en todas las medidas que tome, y el blanqueamiento de fondos del exterior no hace otra cosa que sumar más sospechas a la gestión. Realmente creo que es una decisión estúpida por parte de un gobierno que parece no pensar correctamente en su futuro.
Así amigos esperamos el 2009, podando la planta que crece poco.

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