miércoles, 5 de noviembre de 2008

Estalló el verano

Sí, estalló el verano y con ello las conductas masculinas se ven afectadas. No es por la influencia lunar(?), tampoco por el congelamiento del proyecto tren bala, sino por la considerable disminución de ropas en los ejemplares femeninos.
Es en esta época del año cuando aumentan los accidentes de tránsito, los paros cardiorespiratorios y las placas de crónica sobre Mar del Plata.
Sin embargo no son estos los únicos efectos que se ven en la sociedad masculina. Por un lado tenemos la creciente preocupación de Moyano debida al aumento del tiempo de viaje de sus camioneros. Estos se ven obligados a efectuar paradas de 10 a 15 minutos para recibir los servicios de asistentas al viajero al costado de la ruta aumentando considerablemente el tiempo de viaje e impidiendo muchas veces que las cargas lleguen a destino a tiempo. He aquí el impacto económico comercial.
Los hombres nos sentimos amenazados por los viejos fantasmas del conocido "coma lácteo". Aquellos que todavía mantengan sus viejas trincheras podrán sortear con mayor gallardía tal situación, los que no contamos con esa posibilidad solo nos queda rezar.
En las mujeres percibimos un mayor caudal de indiferencia, tal vez producto del pudor que les genera llevar tan poca ropa, lo cual las lleva a alejarse de los aportantes voluntarios y virtuosos a la causa de la conservación de la especie.
Esta es una época de desafíos para los hombres, quedará en la capacidad de cada uno buscar el refugio adecuado para descargar todas las "tensiones" que nos acecharán. Solo los más aptos sortearan los obstáculos de la histeria.
Mis amigos, los invito a afrontar el desafío con desenfado y valentía. Muchos veranos hemos tenido que soportar y lo hemos logrado con éxito relativo. No se den por vencidos ni aún vencidos, la realidad es la única verdad y por ello los que no puedan palear el hambre logrando la aceptación femenina no rechacen otras opciones más accesibles.
Un abrazo con distancia y buena suerte.

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