jueves, 20 de noviembre de 2008

Un golpe al sindicalismo arcaico

Hace ya unos días la CSJN dictó un fallo que podría ser caracterizado de histórico. Este adjetivo me parece pertinente no solo por lo polémico sino también por sus efectos.
La Corte ha contrastado aquélla prerrogativa que limita el universo de posibles candidatos a delegados a los trabajadores afiliados al sindicato con personería con el principio de organización libre y democrática establecido por la Constitución Nacional, los convenios y tratados internacionales. La Corte los ha encontrado incompatibles, y declaró inconstitucional esa limitación. De más está subrayar la supremacía de la Constitución Nacional por sobre cualquier ley.
Sin meternos en cuestiones jurídicas que escapan a mi conocimiento, además de provocarme una importante somnolencia, me importa dilucidar la dimensión política de dicho fallo.
La causa presentada por ATE estaba circulando por las oficinas de la Corte hace al menos tres años. Todo, o nada parecía indicar que a la brevedad este fallo fuese a salir de los escritorios de los altos magistrados. Sin embargo contra todos los pronósticos salió.
Hace ya unos cuantos días que las razones políticas no me dejan de dar vueltas y aún no puedo encontrar una razón que me satisfaga.
El razonamiento primario me lleva a pensar que el fallo fue impulsado por alguien interesado en la resolución de la causa, por supuesto sabiendo de antemano la opinión de la Corte.
Esto me llevó a identificar los actores que presuntamente podrían estar interesados. De buenas a primeras descartamos a Hugito Moyano y sus Scania boys.
Por el tiempo que le llevó a la corte expedirse sobre el tema me da la impresión de que los ministros de la Corte no tenían mayores intenciones de fallar y preferían dejar la causa cajoneada. Las razones: el fallo tiene un alto costo político y los tiempos en que vivimos no aconsejan echar más leña al fuego.
La tercera opción que se me ocurrió pasa por los empresarios. Pero esta es un arma de doble filo para ellos, por un lado podrían negociar las cuestiones laborales directamente con las facciones sindicales interesadas saltando la “instancia Moyano-Tomada” (algo así como un per saltum laboral), pero por otro la atomización llevaría a una pelea cuasi darwiniana entre los sindicatos para mostrarse como aquel que más beneficios logra para sus trabajadores, pudiendo desembocar en reclamos constantes. Esta situación dejaría en evidencia la pobreza mental de la política sindical argentina.
La opción que mas me satisface, pero que todavía no llega a llenarme es que el fallo fue apadrinado por N. Kirchner. Me parece que es el único con el suficiente poder como para impulsar el fallo.
Está muy claro que si algo caracteriza a la política Kirchnerista es la idea de englobar todo en una lógica de winner takes all. La 125 y las AFJP me sirven de ejemplo para esto.
¿Cuál puede ser entonces el beneficio que puede reportarle al ex presidente esta jugada frente a los sindicatos?
Tal vez un análisis sobre el año que está por venir nos lleve a una posible respuesta.
2009 será un año difícil, para todos. No se dejarán de lado los aprietes de la CGT para que las empresas no despidan trabajadores, y será una época propicia para medir fuerzas.
Hugito ha mostrado una faceta poco agradable para los Kirchner, desde las negociaciones hasta las declaraciones por el caso Rucci. La idea de empezar a despedirse de Moyano no habrá dejado de circular por la habitación matrimonial. Pero ¿porqué desprenderse de un genuflexo que se vende al mejor postor?. Mejor es minar su poder y negociar luego sobre sus propias capacidades, es decir sobre la posible regulación del fallo de la corte. Será cuestión de timepo para que las razones se vayan aclarando.
En definitiva, es una situación muy interesante en el ajedrez nacional de la política. Seguramente la cuestión traiga más trabajo a los analistas políticos. Amén por eso.
Lástima que nosotros seremos meros espectadores, al menos hasta que se habrán las urnas.

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